ALERTAS ESENCIALES EN UN CAMINO ESPINOSO

LA GUERRA HAY QUE REDUCIRLA A PALABRAS

Por: Yezid Arteta Dávila

Luego de un punzante encuentro de fútbol jugado en la cancha del penal de La Dorada bajo un sol incesante, volvíamos hasta nuestros calabozos, lavados en sudor y escoltados por la guardia penitenciaria. Rodrigo Granda había jugado de delantero centro y pese a su edad había mostrado un regate desequilibrante. Mientras charlábamos veíamos en la lejanía las estribaciones montañosas y pensábamos en los guerrilleros que seguían enmontados en los escollos andinos. Yo volví a la libertad luego de pasar varios años en prisión y Rodrigo Granda fue liberado por orden del presidente Uribe para que impulsara un escenario de paz con las Farc. Un lustro después este escenario existe. Granda es uno de sus protagonistas e, irónicamente, el ex presidente Uribe se opone.

Cualquiera que conozca el abecé de la guerra deduce que en el caso colombiano no se avizora un final del conflicto a través de los medios bélicos. La guerra hay que reducirla a palabras, dice un aparte de La Gran Marcha, la extraordinaria novela de E. L. Doctorow que recrea la Guerra de Secesión norteamericana. Desde las antípodas ideológicas, Santos y las Farc entendieron que…

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